Camas infantiles

Si tu hijo ha cumplido los dos años de edad y ya trata de escaparse de su cuna como un preso de Alcatraz, es muy posible que te convenga empezar a pensar en comprar una cama para niños. En algunos casos hay cunas que son adaptables a la edad del menor y pueden convertirse en pequeñas camas. Pero si no es así, ha llegado la hora de ofrecerle a tu hijo un nuevo lugar para su descanso.

Ahora bien, las opciones son muy numerosas y te ofrecen muy distintas posibilidades, así que ¿cómo saber qué cama les conviene más? ¿qué tipo de colchón necesitan? Dedicamos las siguientes líneas a analizar el mercado de las camas para niños y te ofrecemos información necesaria para que el resultado sea de lo más satisfactorio tanto para ti como para el niño.

• Puede parecer muy obvio, pero si el niño empieza a escalar e intentar salirse de la cuna ¡ha llegado el momento del cambio!

• En un primer momento, puedes limitar la zona de su cama mediante barreras de seguridad o un sistema acústico que emite una señal si el niño sale de su habitación.

• Busca una cama segura y amplia, sin mucha altura y con esquinas redondeadas.

• Haz partícipe al niño del cambio de cama, así se sentirá parte del proceso. Puede colaborar en el montaje de la nueva cama o en el desmontaje de la antigua cuna. Esto les dará mucha más seguridad en sí mismos y en el cambio que van a realizar.

• Cuando el niño es muy inquieto y se mueve mucho, puedes colocar su nuevo colchón sobre el suelo durante un par de noches hasta que se vaya acostumbrando a las medidas.

• Lo más importante en estos casos es la seguridad. El niño debe sentirse tranquilo tanto física como mentalmente. Esto ayudará a que el sueño sea mejor y la calidad de vida del niño y de los padres, mejore.

Las camas se encuentran superpuestas, una encima de otra, con una pequeña escalera para acceder a la superior. En estos casos debes tener en cuenta la altura de la habitación, para que haya espacio suficiente entre la parte de arriba y el techo. Son perfectas para hermanos que duermen juntos o para niños que reciben visitas de amigos. Son divertidas, ahorran espacio y estéticamente quedan muy bien.

Si tu pequeño acaba de dejar la cuna y va a dar el paso a su primera cama adulta, puedes adquirir una que tenga zona de seguridad para evitar caidas y disgustos. Son camas normales pero que llevan acomplado, a uno de los laterales, una zona protextora que puede ser fija o que se puede modificar. Así, si el niño crece y crees que ya no necesita más esta ayuda extra, puedes simplemente quitarla.

¿Tu niño sueña con ser un pirata y surcar los Siete Mares? ¿Es el fan número uno de 'Piratas del Caribe'? Pues aquí tienes la cama barco, con la forma de un buque con todos sus pequeños detalles para que tu hijo se vaya cada noche a la cama con las ganas y la energía de un joven grumete. Una opción divertida y llamativa que hará sin duda alguna las delicias los más pequeños de la casa, pero también de algun que otro adulto.

En este caso, nos encontramos con una litera que incluye diferentes armarios y un sofa cama en la zona inferior. Es la mejor alternativa para ahorrar espacio. Estos modelos son muy resistentes y están hechos a prueba de patadas, saltos, golpes y mordiscos, así que no tienes que preocuparte de los destrozos que puedan causar tu hijo y sus amigos. Además, te ayudará a mantener el orden en la habitación.

Una opción muy infantil y divertida para los más jóvenes de nuestra casa. Una alternativa perfecta para la primera cama después de la cuna. Pura diversión sobre cuatro ruedas para que tu hijo despierte cada mañana lleno de energía y con ganas de salir hacia la escuela a toda velocidad. Los materiales son muy resistentes y coloridos. Decora el resto de la habitación a juego y ¡a disfrutar!

Esta clase de camas están formadas sobre una estructura con forma de banco sobre la que se coloca un colchón. Es un mueble totalmente versátil, ya que se puede utilizar como asiento durante el día, acompañado de varios cojínes, y de cama por la noche. Además, lleva incorporado un gran cajón para poder guardar las sábanas y almohadas. Muy útil para tener a mano estos textiles siempre que haga falta.