Colchones & camas

Según un reciente estudio de la Unidad del Sueño, en España hay un 15% de la población que sufre despertares frecuentes y despertar precoz la mayoría de los días o todos los días. Estas cifras recogen unos datos que demuestran que la calidad de nuestro sueño no es todo lo buena que debería ser. Y todos sabemos de la importancia de un buen descanso para rendir en nuestro día a día.

Pero con dormir no basta para levantarse fresco y cargado de energías al día siguiente. Las horas que pases recostado en la cama, deberían proporcionarte descanso de calidad y confort. La importancia de la calidad en la que dormimos es materia de estudio de la Fundación Norteamericana del Sueño (NFS), que recomienda elegir un colchón de calidad y dormir en un ambiente fresco, oscuro, silencioso y libre de distracciones.

Así, saber en qué postura solemos dormir y tener información sobre la temperatura ideal para dormir, nos ayudará a elegir el colchón perfecto. Además, la cama debe asociarse psicológicamente única y exclusivamente a actividades propias del sueño, no para comer, ver la tele, trabajar o hablar por teléfono.

Queda bien clara, pues, la importancia de elegir una buena cama con su correspondiente colchón para garantizar el descanso y mejorar nuestra salud. Pero ¿qué podemos tener en cuenta para acertar en la elección de nuestra cama y nuestro colchón? ¿En qué nos tenemos que fijar? ¿Qué condiciones debe cumplir nuestra cama para ser garantía de sueño? A continuación arrojamos algo de luz sobre estas cuestiones…

• Piensa en la compra de tu colchón como en una inversión. No escatimes en una buena base y una buena almohada.

• El colchón se debe cambiar cada 10 años aproximadamente.

• Ten en cuenta la elasticidad puntual del colchón. La base debe ceder en las partes en las que el cuerpo ejerza más peso y tiene que ofrecer firmeza para las zonas más ligeras.

• Viene bien tener en cuenta que aunque el colchón que tengamos sea nuevo, si el somier de la cama es viejo, el colchón se estropeará con mayor rapidez.

• El grosor ideal para un colchón sería 15 cm como mínimo, el largo, 10 cm más que la altura de la persona que va a utilizarlo.

• En cuanto a la anchura, se recomienda que sea de 80 cm para una cama individual y de 135 cm en el caso de una doble.

• La almohada debe adaptarse al volumen de nuestra cabeza, la longitud de nuestro cuello y la anchura de nuestros hombros.

• Si duermes bocarriba la almohada deberá ser bajita y blanda, en el caso de que nos guste dormir de lado, deberá ser alta y dura, para que nuestro cuello se mantenga en el eje de la columna dorsal y que no caiga ni rote.

Pasamos un tercio de nuestra vida en la cama, así que no hace falta decir que un buen descanso nos ofrecerá un montón de beneficios tanto físicos como mentales. Dormir bien hace que nuestra vida sea mejor. Sueña mientras duermes y vive mientras estás despierto. Atento a todo lo que pasa cuando duermes como un bebé:

• El cerebro se aclara y reforzamos nuestra memoria.

• Activamos nuestras defensas inmunitarias y estaremos más sanos frente a enfermedades.

• Se activa la producción de la hormona del crecimiento.

• El sistema nervioso central se recupera.

• Con un buen descanso podemos aumentar nuestro rendimiento hasta en un 20%. • Más importante que el tiempo de sueño es la calidad del mismo. Unas personas necesitan más horas y otras menos.

• Se reduce el riesgo de padecer diabetes, obesidad, agotamiento o fatiga y mejora la actividad sexual.