Butacas

Imagina por un momento un lunes cualquiera: suena el despertador, tienes sueño, hay que preparar el desayuno (y seguramente no solo el tuyo), después ducharte, prepararte (y preparar a los peques), ponerte rumbo al trabajo, trabajar, hacer la compra, recoger, hacer la cena... Pero al final, después de todo un día de prisas llega el momento. Miras de frente a tu sillón y él te devuelve la mirada. Sabes que ha llegado el momento. Es tiempo de sentarte en tu butaca y descansar. Además de relacionarlos con momentos de ocio y relax, los sillones son el mueble perfecto para añadir diseño a tu salón. A menudo la practicidad cuenta más que el diseño en los sofás o incluso en las mesas de centro, pero a la hora de elegir sillón todo está permitido. No tienes que pensar en cuántos invitados te visitarán, ni deberás elegir un color que no se ensucie.

Con la intención de que empieces a abrir boca y comiences a plantearte qué sillón te apetece poner en tu salón, hemos elaborado esta lista con algunos de los modelos más actuales.

Guardan unas líneas clásicas que irán en perfecta concordancia con tu salón, si la decoración está inspirada en una atmósfera más tradicional. Un buen estante con libros, una lámpara de mampara o una alfombra estilo inglés podrían ser grandes complementos.

Entre los sillones clásicos puedes encontrarte el conocido Chester, que también tiene su versión en una sola plaza. Una apuesta segura y con poco riesgo que te garantiza un ambiente acogedor, perfecto para descansar y olvidarte de todo nada más te sientes sobre él.

Los grandes diseñadores de muebles de la historia han marcado un antes y un después con la creación de nuevos sillones. Piezas únicas y originales que combinan confort y diseño a partes iguales.

Dos maravillosos ejemplos son el sillón ‘Egg’, ideado por Arne Jacobsen en 1958 o el sillón ‘Ball’ de Eero Aarnio en 1962. El arte hecho mueble y una opción perfecta para todas aquellas personas con interés en el mundo del diseño y con casas decoradas en concordancia. Dos auténticas obras de arte que serán las estrellas de tu salón.

A principios de los años 90 se empezaron a fabricar sillones que, gracias a una maquinaria interna, tenían la posibilidad de masajear las diferentes partes del cuerpo de la persona que se sentase sobre ellos. El problema es que su diseño y su funcionamiento dejaban mucho que desear.

Esos pequeños problemas del principio se han solucionado con el tiempo, haciendo que este tipo de sillones sean hoy en día, elegidos por muchas personas que, además de buscar un sillón que pueda darles un masaje relajante, se preocupan por la estética y la comodidad.