Sofás chaise longue

El término chaise longue, en francés, significa, literalmente, “sillón largo” y se trata de un sillón con forma de silla que cuenta con una prolongación para apoyar las piernas. Era ya muy popular en el Antiguo Egipto y servía para que los faraones reposasen con elegancia durante sus descansos. Aunque el verdadero ‘boom’ llegó con los antiguos griegos y romanos, que popularizaron su uso por su costumbre de comer acostados. El chaise longue tal y como lo conocemos hoy en día se originó en Francia durante el siglo XVI y se utilizaba por parte de la nobleza, lo que hace que, aún hoy en día, un chaise longue sea una opción llena de clase y distinción para el salón de tu casa.

Es cierto que a la hora de decorar un salón, no es frecuente tener en cuenta la posibilidad de un chaise longue y siempre terminamos optando por un sofá convencional o una butaca, si nos sentimos un poco más arriesgados. Pero desde aquí queremos abogar por valorar la alternativa y utilizar un chaise longue en la decoración de nuestro salón.

Un chaise longue puede cumplir las mismas funciones que un sillón, un sofá o una butaca y, además, aporta elegancia y distinción. Todo esto sin olvidar que es una opción totalmente cómoda para echarse a reposar, leer o ver una película en casa. Y aparte de comodidad, dota a nuestra estancia de carácter al ser un mueble lleno de personalidad y con mucha presencia. Tiene el respaldo relativamente pequeño y corto y los brazos ligeros, lo que suele traducirse en una sensación de mayor amplitud y se gana también en sensación de espacio.

En cuanto al dónde colocarlo, hay varias ubicaciones que siempre dan un resultado positivo. Se puede colocar en la zona de asientos, colocándolo en uno de los lados a modo de “cierre” de esta zona. Los chaise longues son muy recurridos a la hora de separar espacios y zonas, ya que son muebles muy versátiles y ligeros, y se pueden mover con cierta facilidad.