Ideas fáciles para decorar la habitación de tus hijos
El dormitorio de un niño es un espacio para divertirse y ser creativo, pero también es importante establecer un sistema de organización y orden. Sigue leyendo y aprenderás cómo experimentar con diseños y colores sin dejar de lado la practicidad. Te aconsejaremos sobre cómo almacenar, iluminar y sacarle provecho a las paredes y al espacio de manera creativa.
El almacenamiento como elemento decorativo
Los muebles y artículos para almacenar son muy necesarios en el dormitorio de un niño, donde el desorden siempre hace de las suyas. Pero estos objetos no solo sirven para mantener la habitación organizada, sino también como elementos que aportan personalidad a la decoración.
- Cestas y contenedores de colores: cualquier tipo de contenedor o caja de almacenamiento con un color interesante puede resaltar rincones sobrios. Es también la manera más fácil de dar un toque de color sin tener que pintar.
- Almacenamiento de pared: Las estanterías con un diseño atractivo , además de almacenar, cambiarán el aspecto del dormitorio. Por ejemplo, las estanterías modernas flotantes, con diseños modulares o en forma de zig zag.
- Baúl de juguetes: un baúl de diseño donde tu hijo guarde sus tesoros más preciados mantendrá el dormitorio libre de juguetes con mucho estilo. Si tiene ruedas será más ligero y fácil de transportar.
- Los armarios abiertos o sin puertas: permiten que los los juguetes estén siempre disponibles. Los juguetes, al estar expuestos, pueden ornamentar el espacio.
- Muebles versátiles: elige armarios con soluciones flexibles para colgar y ajustar repisas a conveniencia. Camas nido o con cajones integrados, y cualquier tipo de mueble que combine almacenamiento con el juego. Motivará a tu hijo a mantener su dormitorio ordenado.
Cómo iluminar el dormitorio de los niños
Dependiendo de la cantidad de luz natural disponible, los dormitorios infantiles necesitan varias opciones de iluminación artificial que cumplan con todas las necesidades de tu hijo.
- Para jugar durante el día, lo ideal es aprovechar los rayos del sol, que además de ser luz gratuita ayuda a producir vitamina D. Si hay demasiada sombra, incluso durante el día, existen lámparas que permiten ajustar la intensidad y la temperatura de la luz, adaptándose a diferentes momentos del día.
- Junto al escritorio de los niños o rincón de lectura es bueno tener una lámpara de luz fría, apropiada para los espacios donde se requiere prestar atención. Durante la noche esta luz de lectura debe ser complementaria de una luz cálida para toda la habitación.
- Las lámparas con una luz ténue que cambia de color para conciliar el sueño son divertidas para los niños. Sin embargo, al momento del sueño todas las luces deben estar apagadas. Dormir con luces encendidas interfiere con la producción de melatonina.
Aprovecha al máximo el espacio de manera creativa
Los dormitorios infantiles y juveniles son por naturaleza espacios multipropósito. Deben estar acondicionados no sólo para dormir sino también para otras actividades como jugar, relajarse y estudiar. Toma en cuenta lo siguiente:
- Mientras menos muebles innecesarios, mejor. Los niños necesitan espacio para moverse. En lugar de comprar sillas extra, compra cojines grandes o pufs coloridos fáciles de mover y que no abarcan mucho espacio.
- Tu hijo necesita una mesa holgada para estudiar y que esté siempre despejada. Coloca una caja o cesta para guardar con facilidad el material de papelería o manualidades. La estanteria o biblioteca debe ir junto al escritorio, pues los libros deben estar a la mano.
- A los niños les encanta jugar en el piso. Compra una alfombra peluda donde se puedan echar y de un color divertido.
Ideas para sacarle el máximo partido a las paredes
Decorar las paredes es la manera más directa de imprimir la personalidad de tus hijos en su dormitorio. Inclúyelos en el proceso creativo. Pregúntales cuál es su color favorito, por ejemplo, pero recuerda que cada color produce un efecto distinto en el estado de ánimo. Los colores fríos como el azul causan tranquilidad, los tonos cálidos y fuertes como el rojo pueden generan energía.
Usar papel pintado es una alternativa interesante para dar color a las paredes. Sin embargo, tene cuenta que los niños crecen rápido y quizás el tema que escogiste no será el más adecuado en un par de años. Escoge diseños o estampados no demasiado infantiles.
Recuerda que hay miles maneras de decorar las paredes con creatividad. Por ejemplo, enmarcar posters de películas, ilustraciones o incluso los dibujos creados por tus hijos. Es buena idea dejar una pared libre para que ellos hagan con ella lo que quieran, por ejemplo, pintar con témperas, lápices de colores o tizas sobre una pared cubierta con pintura de pizarra.
Textiles: añade un toque cálido
Las cortinas, los cojines y las alfombras pueden hacer que una habitación sea más acogedora y más cómoda:
- Compra suficientes fundas nórdicas y colchas porque la ropa de cama de los niños se ensucia con frecuencia.
- Evita la ropa de cama con temas de películas o superhéroes que pasarán de moda en pocos meses. Es preferible optar por un solo color neutro.
- Escoge fundas de cojines que se ajusten al color de la habitación o (para los más pequeños) cojines con forma de animales.
- Recuerda que las cortinas deben elegirse también por su funcionalidad, ¿quieres oscurecer una habitación muy luminosa? Entonces evita las de telas blancas que permiten el paso de luz.