Cepillos de dientes

Los cepillos de dientes son un elemento imprescindible de nuestra higiene diaria. Son indispensables para mantener el aliento a raya, las caries fuera de nuestra dentadura y una lengua y encías sanas. Cómo cepillarse los dientes correctamente es algo que el dentista nos explica cuando somos niños y utilizaremos esa técnica casi de por vida. Hay que lavarse los dientes 2 o 3 veces al día, el cepillado debe durar al menos tres minutos, no hay que frotar los dientes con fuerza sino repetir el movimiento varias veces de forma poco agresiva. Deberemos acordarnos además de pasar por todos y cada uno de nuestros dientes y muelas: por fuera, por dentro, arriba y abajo. Puedes limpiar también el paladar y los lados de la boca sin olvidar nunca la lengua. Por lo general una película blanquecina recubre la lengua, pasar el cepillo por ella (puede ser también sin pasta de dientes) conseguirá limpiar tu aliento y notarás que tu boca está mucho más limpia.

Como en muchos casos, la oferta de cepillos de dientes en el mercado es increíblemente amplia. Por suerte, como no es algo nuevo, quién más y quien menos todos conseguimos desenvolvernos bastante bien entre los cepillos dentales blanqueantes, los de cerdas suaves, ultrasuaves, antiplaca, punta flexible, etc. etc. Donde surgen más incertidumbres y dudas es cuando nos planteamos cambiar el cepillo manual por uno electrónico.

¿Limpia mejor uno electrónico que uno manual? Pues después de consultar varias fuentes la respuesta es “no, pero”: La verdad es que si nos limpiáramos los dientes durante el tiempo indicado más arriba en este texto y lo hiciéramos de forma eficiente la diferencia entre ambos no sería importante.

Esa es la teoría, claro. La realidad sin embargo es que generalmente no dedicamos todo el tiempo, ni las ganas, a esta tarea y por ello puede ser más conveniente lavarse los dientes con el cepillo eléctrico para que la limpieza sea más eficiente.

Después de una operación, cuando se tienen puntos de sutura o hay una zona dolorida dentro de la boca, se desaconseja utilizar el eléctrico y conviene emplear el cepillo manual. En estos casos la mejor opción sería hacerse con uno de cerdas suaves y cepillar con cuidado. Lo mismo ocurre en personas con brackets, se aconseja que utilicen cepillos de dientes manuales. Otro colectivo al que, según varios expertos, les conviene utilizar los de toda la vida son los niños. Puede ser interesante que comiencen con el hábito de esta forma y una vez asimilado se pasen, si así se quiere, al electrónico.

Se recomienda cambiar de cepillo cada tres o cuatro meses, o en su defecto cuando notemos que las cerdas están muy deterioradas. Todo esto hace que utilicemos unos 4 cepillos de dientes al año y que los tiremos. La mayoría de los cepillos dentales son de plástico no reciclable, no pueden tirarse en los contenedores amarillos y por lo tanto acaban ensuciando el planeta. La alternativa en boga últimamente son los cepillos de bambú. El cuerpo está fabricado con este material y las cerdas pueden ser de nylon (como las de los cepillos convencionales) o de pelo de animal.