Cómo ahorrar dinero y cuidar el medio ambiente

Es imposible evitarlo, el tema de la sostenibilidad está por todas partes y hay muchas razones para que así sea. El impacto que generamos en el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta son temas que nos conciernen a todos. La buena noticia es que si ponemos un poco de nuestra parte podemos ayudar a mejorar la situación. Como bien sabemos, el consumo mundial de alimentos contribuye significativamente a la degradación del medio ambiente y genera enormes cantidades de residuos plásticos no reciclables. Una forma de reducir nuestra huella ecológica y ser más sostenibles es cultivar nuestros propios alimentos en el jardín o en el balcón. Tanto si tienes tu propio huerto urbano como si no, sigue leyendo, los resultados pueden llegar a ser increíbles.

Todo ese plástico...

Si echamos un vistazo a nuestros propios hogares, es fácil darse cuenta de que producimos muchos residuos no reciclables. Están nuestros productos de autocuidado, nuestros productos de plástico que necesitan ser reemplazados, pero también producimos muchos residuos en nuestras cocinas. Los plátanos vienen envasados en plástico, utilizamos bolsas de plástico de usar y tirar para meter las judías verdes, etc.

Tras realizar una encuesta entre nuestros compañeros de trabajo, resulta que desperdiciamos unos 10 kg de plástico por persona al año. Si lo traducimos en números a España, significaría que tiramos aproximadamente 473.515.670 al año. Vamos a intentar ayudarte a reducir tu huella de residuos plásticos mientras te diviertes y ahorras dinero.

¿Qué puedes hacer tú?

 

Hay muchos productos de plástico que llegan a tu cocina y a los que puedes dar una segunda oportunidad. Hay una gran cantidad de hortalizas que pueden cultivarse fácilmente en recipientes de plástico, de modo que, aunque no dispongas de espacio suficiente, puedes cultivar algunas plantas con mucho sabor. Las verduras que se pueden cultivar de esta forma son, por ejemplo, remolachas, zanahorias, judías, hierbas aromáticas, guisantes, patatas, rábanos, guindillas y pimientos, hojas de ensalada, cebollas de ensalada y tomates.

Es el momento de volver a la cocina, rebuscar entre los residuos y empezar a reciclar esas latas, por ejemplo, que se convierten en un perfecto jardín de hierbas aromáticas en la repisa de la ventana, o un jardín vertical hecho con botellas de plástico. Deja volar tu imaginación y empieza a dar una segunda vida a esos residuos de plástico.

¿Sabías que todo el proceso de compostaje sólo requiere 3 ingredientes básicos? Necesitas tus residuos "marrones", que son restos de hojas muertas, ramitas y ramas. Luego habrá que añadir los "verdes", que son productos como los restos de hierba, los residuos vegetales, los restos de fruta y los posos del café. Añade un poco de agua y ya tienes tu propio compost en casa. Siempre que consigas mantener un buen equilibrio entre los tres ingredientes, tu compost debería ser de lo mejor. Así que la próxima vez que tengas comida o residuos en la cocina, ya sabes lo que puedes hacer en lugar de tirarlos a la basura. El compostaje reduce la necesidad de fertilizantes químicos, reduce las emisiones de metano y disminuye tu huella de carbono.

Y además, se pueden reciclar muchas más cosas de la cocina. Hay una gran cantidad de hierbas aromáticas y verduras que puedes volver a cultivar fácilmente a partir de los restos. Lechuga, apio, hierba de limón, boniatos, jengibre, cebolla y ajo, entre otros, se pueden cultivar fácilmente. Es entretenido y, como llevamos tiempo repitiendo, además de ser bueno para el medio ambiente ahorras dinero.

Tú y tu huella ecológica

 

Ahora que ya hemos hablado de lo entretenido que puede ser cultivar tu propia comida y además lo sencillo que es, ha llegado el momento de mencionar mencionar algunas cifras.

¿Sabías que una familia de tres miembros consume de media 1200 kg de comida al año, lo que a su vez supone un camión de carga ligera lleno de alimentos? Cuando uno de estos camiones está completamente lleno, emite 150 gramos de dióxido de carbono por kilómetro recorrido. Es decir, ¡150 kg de co2 por cada 1000 km recorridos! Para ponerlo en perspectiva, es la misma cantidad de dióxido de carbono que produce un vuelo de una aerolínea comercial en un trayecto de 3 horas. En total, el transporte por carretera es responsable del 72% de todas las emisiones de CO2 del transporte en la UE.

Para cultivar una cantidad considerablemente grande de alimentos no hace falta tanto espacio como se puede suponer. Un huerto de 252 metros cuadrados es suficiente para cultivar 1200 kg de verduras y hierbas aromáticas. Suponemos que tu balcón mide bastante menos de 250 metros cuadrados, pero puedes utilizar estas dimensiones para orientarte.

Pasamos ahora a hablar de dinero y para ello hemos hecho los deberes por ti. Estas son las 10 hierbas aromáticas y verduras que hemos seleccionado: tomates cherry, calabazas de Hokkaido, zanahorias, lechuga, cebollas, ajo apio, albahaca, eneldo y col rizada. Para obtener nuestros resultados, hemos comparado las hortalizas y las hierbas que acabamos de mencionar y hemos calculado la cantidad necesaria utilizando una calculadora para tamaños de hortalizas y jardines.

 

A partir de estos resultados, hemos comparado la cantidad de verduras en peso y de hierbas por ración con los precios estándar del mercado de los proveedores de alimentos ecológicos.

 

Una familia de tres miembros que cultive estas 10 hortalizas para sus propias necesidades, desde el comienzo de la primavera hasta el final del otoño, ahorrará hasta 974 euros.

 

Como puedes ver, no sólo es divertido y saludable cultivar tus propias cosechas, también te ayudará ahorrar.

 

 

Tener un huerto sostenible, puede sonar algo difícil pero en realidad su mantenimiento es sencillo. Este nuevo hobby te permitirá ahorrar dinero y contribuirás en la mejora del medio ambiente. En Shopalike, hemos echado un vistazo a lo que es posible para los principiantes y a lo que se necesita para reducir la huella ecológica y el gasto en la compra de alimentos.